Por EntreLineasMx
La seguridad pública es uno de los temas más sensibles en la agenda nacional, y Nayarit no es la excepción. Aunque el estado ha registrado avances en materia de pacificación y control del delito, los desafíos estructurales siguen presentes: desde el crimen organizado y los delitos patrimoniales, hasta la violencia de género y la impunidad. En este contexto, la construcción de un estado seguro no es un lujo: es una necesidad urgente para garantizar el bienestar y el desarrollo de su gente.
Seguridad, economía y estabilidad
Nayarit es una entidad con grandes fortalezas: turismo, agricultura, comercio e inversión privada. Pero sin seguridad, ese potencial se ve comprometido. Inversionistas y empresarios requieren certeza jurídica y tranquilidad social para apostar por la región. Un estado seguro atrae capital, crea empleo y fortalece la economía formal. Por el contrario, la violencia y la extorsión empujan a las personas hacia la informalidad o el desplazamiento forzado.
En lugares como Tepic, Bahía de Banderas o Compostela, donde la dinámica económica crece rápidamente, la presencia de una estructura de seguridad confiable no solo es necesaria, sino estratégica.
El impacto social de la seguridad
La inseguridad no solo afecta los indicadores económicos. Rompe la confianza social, genera miedo en las comunidades y profundiza las desigualdades. En las zonas rurales de la sierra o en comunidades indígenas, la ausencia del Estado ha permitido la infiltración de grupos criminales que amenazan, controlan o corrompen estructuras locales.
Un estado seguro garantiza que las mujeres puedan caminar libres, que las infancias crezcan sin miedo, y que las familias vivan con dignidad, sin el peso diario de la incertidumbre. La seguridad es también paz emocional, arraigo territorial y convivencia ciudadana.
Instituciones que generan confianza
En Nayarit, uno de los grandes retos es reconstruir la relación entre las instituciones y la ciudadanía. Cuando la población ve resultados, combate a la impunidad y respuestas rápidas, la confianza crece. Pero cuando hay colusión, negligencia o silencio, esa confianza se desvanece.
La seguridad no se gana solo con patrullas o armamento, sino con justicia, prevención, inteligencia, cercanía comunitaria y atención integral. Invertir en policías capacitados, en ministerios públicos transparentes y en programas de prevención es tan importante como cualquier obra de infraestructura.
Un Nayarit seguro, un Nayarit con futuro
Asegurar la paz y el orden en Nayarit no es solo una tarea gubernamental: es un proyecto de sociedad. Un compromiso de todos los niveles de gobierno, de la iniciativa privada, de la ciudadanía y de los medios de comunicación. Porque la seguridad no solo garantiza la vida… garantiza también los sueños, la movilidad, la inversión y la justicia.
Un Nayarit seguro no es un deseo: es el punto de partida para todo lo que viene.
