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EL RETO DE LA SALUD EN MÉXICO: ¿PUEDE CLAUDIA SHEINBAUM LOGRAR RESULTADOS FAVORABLES?

Por EntreLineasMx

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha trazado una ruta ambiciosa para transformar el sistema de salud del país. Su propuesta, que combina la consolidación del IMSS-Bienestar, la digitalización de los servicios, la atención médica domiciliaria a millones de personas, la contratación de personal médico y el fortalecimiento del abasto de medicamentos, ha sido bien recibida en términos de visión. Pero la gran pregunta es: ¿pueden esperarse resultados favorables con este modelo?

Razones para creer

En primer lugar, la estrategia presentada por Sheinbaum es estructurada y multidimensional. No se trata de una política fragmentada o reactiva, sino de un plan que aborda distintos frentes del problema: acceso, eficiencia, prevención, recursos humanos y tecnología.

La continuidad institucional también juega a su favor. A diferencia de administraciones pasadas que cambiaban de modelo con cada sexenio, Sheinbaum ha optado por fortalecer el IMSS-Bienestar, lo cual puede traducirse en una mayor estabilidad operativa y administrativa. La promesa de llegar a los hogares de más de 13 millones de adultos mayores y personas con discapacidad mediante brigadas médicas también refleja un compromiso profundo con los sectores históricamente excluidos del sistema de salud.

Por otro lado, su apuesta por la digitalización del sistema sanitario —con expedientes clínicos electrónicos, control de inventarios y asignación de citas— podría marcar un antes y un después en la eficiencia del sector, si se ejecuta correctamente.

Los grandes obstáculos

Sin embargo, los retos son tan grandes como las expectativas. Un modelo como el que plantea la presidenta requerirá un presupuesto multimillonario, una estructura logística nacional funcional y una fuerza laboral sanitaria suficiente, especialmente en zonas rurales e indígenas, donde históricamente escasea el personal médico.

Además, persisten problemas estructurales que podrían frenar la implementación: corrupción en las cadenas de suministro, falta de transparencia, rezagos tecnológicos, resistencia sindical y desigualdad territorial, especialmente en estados del sur.

Expertos advierten que la digitalización no será efectiva si no se acompaña de conectividad, infraestructura y capacitación en todo el país. Y aunque la intención de descentralizar la atención es positiva, no bastará con buenas intenciones si no se garantiza una ejecución técnica rigurosa.

En resumen

La propuesta de salud de Claudia Sheinbaum tiene potencial para generar resultados favorables, pero no están garantizados. Su éxito dependerá de la capacidad del gobierno para traducir el discurso en políticas públicas efectivas, de contar con recursos suficientes y de aplicar un modelo de gobernanza transparente y territorialmente sensible.

La salud en México ha sido históricamente un terreno minado por la improvisación, el centralismo y la desigualdad. Hoy, Sheinbaum tiene una oportunidad histórica de demostrar que un sistema de salud universal, gratuito, eficiente y humano no solo es posible, sino urgente.

El tiempo y la voluntad política dirán si esta promesa se convierte en transformación.