En San Vicente, municipio de Rosamorada, la calle Adolfo López Mateos luce completamente rehabilitada. No es una maqueta, no es una promesa electoral, no es un post en redes para presumir intenciones: es obra terminada, con recursos propios y lista para que la gente la use desde hoy.
El gobernador Miguel Ángel Navarro volvió a mostrar que la mejor manera de comunicar resultados no es con conferencias de prensa ni discursos adornados, sino con hechos que pueden verse, pisarse y aprovecharse. Mientras en otras administraciones locales se discute quién tiene la culpa de los problemas o se posan para la foto, aquí se pavimenta, se repara y se cumple.
En un momento donde la ciudadanía está cansada de promesas que nunca llegan a concretarse, la rehabilitación de esta vialidad se convierte en una muestra clara de lo que significa gobernar con acciones y no con palabras.
Navarro lo resume sin necesidad de atacar a nadie: “Esto es solo una muestra de lo que, con recursos propios, juntas y juntos, estamos construyendo en todo el estado”. La frase es sencilla, pero el mensaje es contundente: mientras unos se justifican, él entrega resultados.
En tiempos donde la gestión pública se mide más por la capacidad de aparecer en redes que por transformar realidades, Miguel Ángel Navarro sigue apostando a la fórmula más antigua y efectiva: trabajar y entregar.