Tras los hechos violentos ocurridos en días recientes en Tepic, la Fiscalía General del Estado de Nayarit salió a dar la cara. El fiscal general lanzó un mensaje a la ciudadanía en el que pidió mantener la confianza en la institución, asegurando que no se está bajando la guardia y que cada hecho lamentable será atendido con rigor.
En palabras del propio fiscal, la dependencia está actuando de manera “fuerte, decidida y formal” contra la delincuencia, y no permitirá que ninguno de estos crímenes quede impune. Una promesa que, en medio del nerviosismo social, busca calmar las aguas.
Además, llamó a los nayaritas a no dejarse paralizar por el miedo: “La ciudadanía es libre de salir, de transitar, de vivir su día a día de manera normal”. En otras palabras, la Fiscalía garantiza que Nayarit no está secuestrado por el crimen, aunque los últimos sucesos hayan encendido las alarmas en redes y conversaciones de café.
La confianza es el mensaje central: confiar en que habrá justicia, confiar en que los responsables serán castigados y confiar en que la vida cotidiana no tiene por qué detenerse.
Claro, la pregunta que queda flotando —y que muchos ciudadanos se hacen— es si el discurso será suficiente para tranquilizar a una sociedad que, entre balaceras aisladas y encobijados con narcomantas, empieza a preguntarse quién manda realmente en las calles de Nayarit.
