
Nueva York, Naciones Unidas. — Una comisión de investigación de la ONU señaló que Israel ha cometido actos que podrían constituir genocidio en la Franja de Gaza, generando un terremoto político y diplomático a nivel global.
El informe, presentado por la expresidenta del Consejo de Derechos Humanos Navi Pillay, sostiene que las operaciones militares israelíes cumplen con cuatro de los cinco actos tipificados en la Convención de 1948: asesinatos masivos, daños graves a la integridad física y mental, imposición de condiciones de vida insostenibles y medidas para impedir nacimientos.
Israel rechazó de inmediato las acusaciones, calificándolas de “falsas y sesgadas”. Funcionarios del gobierno aseguraron que el documento carece de imparcialidad y que desconoce las circunstancias de seguridad que enfrenta el país.
La comisión pidió a la comunidad internacional detener los envíos de armas a Israel y abrir procesos de responsabilidad contra los líderes implicados. Esta postura ha generado reacciones divididas: mientras algunos gobiernos exigen sanciones y juicios, otros defienden el derecho de Israel a la legítima defensa.
La controversia abre un nuevo capítulo en la crisis de Medio Oriente, donde lo jurídico, lo humanitario y lo político se entrecruzan, y plantea la pregunta de hasta dónde llegará la presión internacional para hacer valer el derecho internacional en medio de un conflicto armado.
