Tepic, Nayarit. — Durante años, Nayarit enfrentó severos rezagos sociales: comunidades sin acceso a vivienda digna, servicios básicos limitados y familias marginadas de programas oficiales. El abandono institucional y la falta de seguimiento en proyectos mantenían a miles de nayaritas en condiciones de desigualdad.
Hoy, a cuatro años del actual gobierno, la narrativa ha cambiado. El gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero presentó un balance donde destaca el concepto de “prosperidad compartida”, con programas de vivienda social, infraestructura y apoyos directos que buscan cerrar la brecha entre sectores urbanos y rurales.
De acuerdo con el Cuarto Informe de Gobierno, la recuperación de dependencias estatales permitió atender solicitudes históricamente olvidadas y canalizar recursos de manera más equitativa.
La transformación, sin embargo, plantea un reto de largo plazo: asegurar que estos avances no se limiten a una administración, sino que se traduzcan en cambios estructurales para las futuras generaciones.
