Dominique Pelicot, hombre acusado de orquestar la violación de su esposa, dice ser un “buen esposo”

Está acusado de drogar a su esposa, Gisele Pelicot, para que 72 hombres la violaran

Un electricista jubilado, acusado de drogar repetidamente a su esposa para que decenas de desconocidos la violaran, se veía a sí mismo como el epítome del “buen marido”, según se reveló en un juicio el lunes.

Pero Dominique Pelicot llevaba una inquietante doble vida: de día, era un “abuelo cariñoso y querido”, mientras que por las noches se convertía en un violador, según describió el psicólogo Bruno Daunizeau en su informe, leído ante el tribunal de Aviñón, Francia.

El Dr. Bruno Daunizeau comparó a Dominique Pelicot, de 71 años —quien enfrenta una condena de hasta 20 años de prisión por la violación agravada de su esposa, Gisèle Pelicot, también de 71 años— con el famoso personaje de Jekyll y Hyde, el símbolo del horror gótico que representa una personalidad dividida entre el bien y el mal.

Gisèle Pelicot renunció a su derecho al anonimato para que el público conociera los detalles de un caso que ha captado la atención mundial.

La semana pasada, declaró ante el tribunal que había sido víctima de “perversión”, al revelar cómo descubrió que su esposo la había grabado inconsciente mientras sufría violaciones de decenas de hombres. Posteriormente, los investigadores policiales lograron recuperar miles de imágenes y videos de material.

El lunes, los médicos determinaron que Dominique Pelicot estaba demasiado enfermo para testificar, por lo que los fiscales lo interrogarán más adelante en la semana. Sin embargo, los informes de psicólogos y la policía ya ofrecieron detalles sobre su estado psicológico, que revelan aspectos de su mente.

El tribunal escuchó cómo Dominique Pelicot confesó a los detectives que, a pesar de los atroces actos de los que se le acusa, se consideraba un “buen esposo” para la mujer con la que contrajo matrimonio en 1971 y con quien tuvo tres hijos.

Afirmó que respetaba los deseos y límites sexuales de su esposa, pero admitió tener fantasías sobre el intercambio de parejas. Además, confesó que disfrutaba viendo a su esposa participar en actos sexuales que, bajo circunstancias normales, ella habría rechazado.

El informe psicológico presentado ante el tribunal destacó que Dominique Pelicot mostraba tendencias hacia comportamientos parafílicos, es decir, la búsqueda de estimulación sexual en contextos inusuales o fuera de lo común. Además, se identificó una inclinación específica hacia la somnofilia, una condición en la que la atracción se dirige hacia personas en estado de inconsciencia.

Según el Dr. Daunizeau, estas tendencias revelaban una inquietante dualidad en la vida del acusado: durante el día, mantenía la apariencia de un “abuelo cariñoso y querido”, pero al caer la noche, su conducta cambiaba drásticamente y se transformaba en un “violador”.

“Durante el día, puedes parecer normal y mostrar una cara completamente distinta por la noche”, comentó el Dr. Daunizeau, en relación con la doble personalidad de Dominique Pelicot, similar a la de Jekyll y Hyde.

Por su parte, Marianne Douteau, otra psicóloga, afirmó que el acusado seguía convencido de que su vida habría continuado de manera normal si no lo hubieran descubierto. Además, Douteau coincidió en que él presentaba una personalidad dual y sugirió que había heredado el temperamento violento de su padre.

La Dra. Douteau añadió: “Es un patriarca en apariencia, pero detrás de esa fachada se esconde un hombre irresponsable y manipulador […] A puertas cerradas, no respeta límites”.

El viernes, Caroline Darian, de 46 años e hija de Dominique Pelicot, lo calificó como uno de los mayores “depredadores sexuales” de los últimos tiempos. Además, lo acusó de haberla drogado y fotografiado desnuda sin su consentimiento.

Los supuestos incidentes denunciados, tanto con Gisèle Pelicot como con Caroline Darian, ocurrieron en la residencia familiar en Mazan, a unos 32 kilómetros de Aviñón.

Durante el juicio, se reveló que la policía arrestó a Dominique Pelicot por primera vez en septiembre de 2020, después de que lo sorprendieran filmando bajo las faldas de mujeres en un supermercado de Carpentras. Al revisar sus dispositivos, los investigadores hallaron cientos de fotos y videos pornográficos de mujeres, incluidas algunas de su propia familia, lo que desveló una red de abusos ocultos.

El tribunal escuchó que la colección incluía alrededor de 3.800 fotos y videos de Gisèle Pelicot durante las violaciones, ocurridas entre 2011 y 2020.

Los detectives enumeraron un total de 92 violaciones, cometidas presuntamente por 72 hombres. Hasta ahora, han identificado a 51 de ellos.

Los presuntos violadores involucrados en el caso incluyen funcionarios públicos, trabajadores de ambulancias, soldados, guardias de prisión, enfermeros, un periodista, un concejal municipal y conductores de camiones.

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