Por: EntreLíneas Mx
Luego de la reciente aprobación en lo general y particular de la Reforma Judicial impulsada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se han suscitado una serie de dimes y diretes sobre las traiciones en los partidos de oposición a MORENA. Por una parte mencionaban diversos lideres políticos que habían sido intimidados a través de las diversas vías que el poder emplea para cumplir su cometido, que por cierto, nada que les resulte desconocido, pues ellos aplicaban las mismas estrategias en años pasados, y, por otra parte, se encontraba el acuerdo, el amarre, el cabildeo como le mencionan ellos, con la finalidad de conseguir adeptos y lograr su cometido.
Fuera de la fuerza empleada, mas sirvió la miel que la hiel, pues fueron los Yunes que se vendieron a un costo desconocido, pero que podemos suponer a través de pactos políticos de «inmunidad» como recientemente nos han enseñado en diferentes medios. Esos senadores que se decían firmes en sus convicciones, en sus valores y en el compromiso por México, terminaron siendo el factor que hundiera a la oposición en nuestro País.
Recientemente Rocío Nahle, Gobernadora de Veracruz, confirmó que efectivamente había sido Adán Augusto López Hernández, a quien solo recordamos por haber golpeado con un codazo a una compañera diputada en un mitin cuando pretendía ser Presidente, el que habló con los Yunes y los ablandó, sembrando en ellos una conciencia transformadora afecta a la 4T.
El día de hoy, Alito y Markito, tendrían que preguntarse finalmente, si para México y los intereses generales de la nación y sus habitantes, ¿Son ellos los correctos para encabezar los esfuerzos de la oposición? porque ya han sido muchas las derrotas que han recibido y parecen no entender que incluso sus supuestos «allegados», no los respetan como supuestos líderes, al grado de cambiar los intereses de principios, valores e intereses de sus representados, por los intereses personales.
En el punto personal de vista de quienes aquí escribimos, no es Yunes el «gran traidor», sino los líderes partidistas que no han entendido que el pueblo dejó de creer en ellos, el gran traidor del pueblo de México y sus representados, es la ambición personal, los grandes lujos, los grandes salarios, los escaños y puestos públicos que se reparten a los indeseables mas conocidos de la política mexicana, hoy, los grandes traidores de México son Marko Cortes y Alito Moreno.
MMFA