Tepic siempre da de qué hablar, pero esta vez no fue por la política ni por el Congreso: fue por la playa. La protagonista: una exregidora, hoy trabajadora del Congreso del Estado, que subió orgullosa un video y una foto agradeciendo a los rescatistas que —literal— la arrancaron de las garras del mar.
Según el relato, la corriente estuvo a punto de llevársela, pero gracias a la rápida acción de tres hombres, el mar no se cobró otra víctima. Eso sí: la escena dejó más arena que glamour. En la imagen publicada, la servidora pública aparece rodeada de sus héroes, con el cabello enredado y el cuerpo lleno de arena, como souvenir gratuito de las olas.
En redes el comentario fue inevitable:
“Qué bueno que se salvó… pero la foto parece más un meme que un agradecimiento oficial”. “De la ola no sabemos, pero del revolcón no se libró”.
Lo cierto es que, afortunadamente, todo quedó en susto. Y aunque el mar le ganó la primera batalla, la exregidora ganó algo más: unos cuantos likes y una buena dosis de ruido en redes.
Pero ojo: más allá de la broma, lo sucedido deja una lección seria. En las playas nayaritas, las banderas amarillas y rojas están para respetarse. No son decoración playera, son advertencias de vida. Porque el mar puede parecer divertido, pero en segundos cobra factura.
Moraleja: disfruta el mar, sí, pero hazle caso a las banderas. Porque no todos tienen la suerte de salir de la corriente… con tres rescatistas y un meme de recuerdo.
