Internacional

GUERRA COMERCIAL ENTRE EE. UU. E INDIA: EL ARANCEL DEL 50% QUE PONE EN JAQUE A LA ECONOMÍA GLOBAL

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 50 % a productos provenientes de India, justificándolo bajo “motivos de seguridad nacional”. El primer ministro indio, Narendra Modi, respondió defendiendo a sectores estratégicos como el agrícola y el lácteo, y endureciendo su postura en las negociaciones comerciales.

Aunque la disputa parece bilateral, sus repercusiones podrían sentirse en todo el planeta. Las exportaciones indias, especialmente en tecnología y manufactura, enfrentan pérdidas estimadas entre 20 y 30 mil millones de dólares, un golpe que podría sacudir cadenas de suministro globales que dependen de piezas y servicios producidos en la India.

Un efecto dominó en los mercados internacionales

En Asia: países vecinos que integran la red industrial india, como Bangladesh, Vietnam o Sri Lanka, podrían ver ralentizada su producción y exportaciones. En Europa: el encarecimiento de componentes electrónicos y textiles podría elevar costos para fabricantes y consumidores, en un momento de inflación ya sensible. En América Latina y África: las empresas que dependen de tecnología asequible de origen indio verán reducida su competitividad frente a competidores que importan desde China.

Un reacomodo en las alianzas comerciales

La fricción entre las dos economías podría acelerar la diversificación de mercados: India podría estrechar vínculos con China y Rusia para compensar las pérdidas en EE. UU., mientras que Washington podría reforzar su alianza con socios como México o Filipinas para sustituir importaciones indias.

Esto no solo altera rutas comerciales, sino que amenaza con fragmentar aún más el sistema económico global, impulsando bloques comerciales rivales en detrimento de la cooperación multilateral.

La guerra arancelaria entre Washington y Nueva Delhi no es simplemente un intercambio de sanciones: es una disputa que puede redefinir el mapa del comercio internacional y que, de prolongarse, tendrá un costo que pagarán consumidores y empresas de todos los continentes.