Vivimos en la era de los micrófonos abiertos. Todos sospechamos que nuestro celular nos espía. Que hablas de tenis, y minutos después aparece un anuncio en Instagram. Que comentas en voz alta que tienes hambre, y te ofrecen combos con descuento. ¿Coincidencia? ¿Magia? ¿Control? No importa.
Lo curioso no es eso.
Lo curioso es que mientras tu teléfono te escucha las 24/7, tú no escuchas a nadie. No escuchas a tu pareja, a tu mamá, a tu hijo, a tu jefe, a tu cuerpo, a tu conciencia.
Nos hemos convertido en máquinas de emitir contenido, pero no de recibirlo. Publicamos, gritamos, opinamos… pero no oímos.
Oyes, pero no escuchas
Puedes tener mil audios en WhatsApp, pero solo das play a lo que te interesa.
Puedes ver historias ajenas todo el día, pero ignoras las historias de quienes tienes cerca.
Y mientras tanto, tu teléfono sigue ahí, atento a todo, sacando ventaja de cada palabra que pronuncias… incluso las que no entiendes tú mismo.
¿El verdadero micrófono abierto?
No está en tu celular. Está en tu silencio.
Porque el verdadero espionaje no necesita micrófonos. Solo necesita que dejes de escuchar lo importante y pongas toda tu atención en lo superficial.
📱 ¿Quién manda en tu vida? ¿Tú o el algoritmo?
✍️ Redacción EntreLíneas Mx
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